Comer es un vicio. Y bajo esa premisa surge la idea de GR Industrial Design para el lúdico final de la experiencia gastronómica de la que se disfruta en el restaurante Mugaritz: La torre de los 7 pecados.
De la historia de los 7 pecados capitales, llevados a terreno físico en la legendaria torre de Babel, surge un proyecto ambicioso en el que el chocolate permite sentir un sinfín de emociones que estimularán los sentimientos del que lo degusta: la belleza, el titubeo, la sorpresa, el castigo… poniendo en un compromiso a más de uno.
La torre de los 7 pecados es un conjunto de piezas creadas en madera de roble francés natural, que hace un guiño al árbol (Mugaritz significa en euskera «árbol de la frontera») que da nombre al restaurante.
Su interior sirve de recipiente a las distintas elaboraciones con el chocolate como base y basadas en los 7 pecados, ofreciéndose su contenido cubierto al acercarse a los comensales, y representando cada altura un pecado distinto, siempre en un orden preconcebido. El destape, su presentación, las formas y su degustación describen cada pecado.
Fotografías © López de Zubiría
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