La balanza ha sido desterrada en los últimos años de las cocinas de todo el mundo. Para Nadine Fumiko Schaub es un error que hay que solucionar fijando la atención en la relación emocional que se establece entre usuario y producto.
Para ello ha creado Balance, una balanza mecánica de uso sencillo y alta fiabilidad: la clave para un buen diseño industrial según la diseñadora suizo-japonesa, que además ha incorporado la idea de lucha contra la obsolescencia programada para conseguir un producto duradero con el que establecer un vínculo emocional.
Con Balance, Fumiko Schaub quiere cambiar las emociones que provoca en la persona un objeto que le pertenece. La balanza está compuesta por ello de materiales valiosos y naturales que inciden en hacer florecer esa relación que permita dotar de un significado y una historia a un producto primordial a la hora de preparar las más exquisitas recetas.
Balance está formado por módulos sencillos, fácilmente reconocibles y que transmiten usabilidad y sensación de reconocimiento, de hogar: mármol tallado a mano para la base, bronce en el mecanismo, madera para el mecanismo de piñón y rueda y recipientes de porcelana a modo de pesos.
El sentido del tacto es el que interactúa con la balanza, siendo nuestros dedos los que detectan el más mínimo cambio de continuidad: cuando los pesos están en equilibrio, se siente «la perfección». Esta interactividad es fundamental para poder experimentar al 100% con el producto.
