El estudio japonés Nendo se sintió cautivado por el característico color que emplea Coca-Cola para todos sus recipientes de vidrio, denominado «verde Georgia» por los árboles comunes en el lugar donde se originó la famosa bebida, en el sur de Estados Unidos, y también por las pequeñas burbujas «marca de la casa» del vidrio reciclado.
A partir de ahí, decidieron crear Coca-Cola Bottleware, una colección de tazones y platos de formas sencillas en las que destacaran esas dos características, y que estuvieran inspiradas por la icónica botella de la bebida de la fórmula secreta.
La solución fue crear tazones y platos que mantienen la forma de la botella, pero como si hubiera sido cortada en diferentes alturas para las diferentes tipologías. Se mantienen además los «hoyuelos» de la base, que se utilizan para evitar que los cambios bruscos de temperatura afecten al material en el proceso de producción y son muy potentes visualmente, y sirven para mantener las conexiones entre la gente y los procesos de fabricación.
El embalaje, en cartón, lleva en los laterales los dibujos silueteados de cada una de las piezas que componen la colección: tres platos y dos tazones.
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