En el saturado mercado de la automoción si un nuevo modelo de coche no entra por los ojos, no existe. Lo primero es el diseño, y así lo entiende Mazda cuyo nuevo lanzamiento es «un objeto universal de deseo» en el que el rojo, su color insignia, nace desde el alma.
El Mazda3 es una máquina perfecta que busca crear un vínculo a largo plazo basado una profunda conexión emocional. El color es uno de sus principales elementos estéticos; no en vano el Soul Red Crystal es la tonalidad escogida para todos los modelos rojos de Mazda.
Mucho más que un coche rojo
En nuestra anterior visita al centro de diseño de Mazda, en Frankfurt, descubrimos que para la marca japonesa los coches son auténticas obras de arte. Para ello, buscan «impresionar a los clientes incluso antes de arrancar el motor». Damos fe: impresionan.
Y esa idea es la que inspiró a elaborar una pintura que logra un equilibrio entre la profundidad y el brillo. Al diseñar la forma del Mazda3, se tiene en cuenta el juego entre luces y formas que se crearán en los paneles laterales de la carrocería.
Dichos paneles curvados, con la ayuda de la pintura roja, reflejan la luz del entorno y haciendo que el ‘alma’ del coche cobre vida. Su apariencia dinámica varía según la incidencia de la luz, con un movimiento fluido constante.
La calidad de la pintura de Mazda hace que se ensalce la belleza de cada línea. Comprometidos con la innovación, el equipo Mazda ha desarrollado un sistema de pintura húmeda con base de disolvente de tres capas, respetuoso con el medio ambiente.
El exclusivo enfoque de Mazda sobre la tecnología de pintura avanzada, Takumi-nuri, es una manera de convertir en proceso mecánico lo que antes sólo se podía conseguir con mano de obra artesana. Se logra así un equilibrio entre la profundidad y el brillo de los icónicos colores de Mazda.
El nuevo Mazda3
Para comprobar in situ las innovaciones del modelo más icónico de Mazda en su última actualización, nos dirigimos a Lisboa. El marco incomparable del Parque Natural de Sintra-Cascais fue el escenario escogido por Mazda para la presentación del Mazda3. Y Diariodesign fue testigo de excepción.
Pudimos comprobar así esa sensación de fusión entre coche y conductor. Un coche ingeniosamente diseñado para producir emoción y alegría en quien lo lleva, en toda clase de circunstancias. Una forma compacta caracterizada por líneas puras que inaugura una nueva etapa para la marca.
