El estudio de arquitectura portugués Carvalho Araújo, firma esta sutil intervención en la finca vinícola Quinta de Lemos situada en Viseu, Portugal. El proyecto forma parte de una estrategia de marca global, y se compone de un restaurante gourmet complementado por un pequeño hotel rural.
Una atmósfera íntima, familiar y exclusiva es lo que se ha tratado de transmitir en el diseño de la casa de huéspedes, que no cuenta con una recepción formal, y cuyo espacio de alojamiento no se circunscribe al ámbito privado de las habitaciones, sino que incluye otras áreas de carácter social.
Debido a su relación con la producción vinícola, el restaurante incluye un espacio de cata y una zona reservada a la discusión, el análisis y la crítica del vino, lo que inspiró a sus arquitectos un diseño flexible.
El proyecto se dibuja a partir de la topografía, adaptándose el edificio a las curvas de nivel. El edificio nace de la tierra, y sus aberturas, orientación y organización interna buscan las vistas sobre los viñedos, la luz natural y la intimidad.
El atractivo emplazamiento del nuevo edificio crea una tensión con la antigua construcción, funcionando ambos como dos polos que se relacionan siguiendo la poética del ritmo lineal de los viñedos.
Fotografías: Hugo Carvalho Araújo