ARCHSTUDIO, el estudio de arquitectura chino liderado por Han Wen-Qiang, ha reformado esta vivienda, situada en una zona residencial de los suburbios del este de Pekín. Una casa de madera compuesta de tres plantas. Posee 510 metros cuadrados que sus creadores, Han Wen-Qiang y Li Yun-Tao, han bautizado como Haitang Villa.
«Hemos diseñado una casa donde los cambios de material difuminan las fronteras entre dentro y fuera, e incluso entre las propias estancias que componen la vivienda» explican los arquitectos. Un espacio rico en texturas y lleno de capas. Sin excesos decorativos, se apuesta por un ambiente natural, sencillo y tranquilo con marcada estética oriental.
Un interior que simula un bosque
El programa se organiza en dos zonas completamente diferenciadas y con accesos independientes: las plantas sótano y primera. Están conectadas y destinadas a recibir a los visitantes. La segunda, alberga los espacios más privados.
La planta primera ordena las estancias en torno a las salas de estar y de estudio. Un empalillado de roble con estantes para guardar libros o exponer objetos decorativos, crea una capa semitransparente y permite el flujo visual.
Un interesante juego de contrastes y escalas. La pintura de cemento gris y la encimera de hormigón da forma a una caja gris que contrasta con el acabado blanco y la madera del resto de revestimientos.
Situado en la planta primera, el garaje original se ha transformado en una luminosa habitación para invitados.
El sótano relaciona el jardín hundido y el espacio interior, a través de un bosque de bambús que interactúa con el paisaje.
Las estancias más privadas de la planta segunda están formadas por cuatro dormitorios, dos baños y la cocina. Se organizan entorno al espacio diáfano del salón comedor. La bóveda que lo envuelve, suaviza la transición entre techo y paredes, generando un espacio fluido y sin cambios bruscos.



Fotografía: Magic Penny