Veinticinco años han pasado desde que Barcelona se convirtió en capital del mundo con motivo de los Juegos de la XXV Olimpiada. Aquel ¡Hola! con el que la Ciudad Condal saludó al mundo y ofreció «los mejores Juegos de la Historia» tenía entre las muchas imágenes que permanecen en nuestras retinas un nombre propio que aún la identifica hoy en día: Cobi.
Un perro de estilo cubista. Un pastor catalán a través de los ojos de Javier Mariscal. La revolución en cuestiones de mascotas olímpicas, una de las de mayor aceptación en la historia de los eventos deportivos. Y por eso ahora que Cobi también cumple 25 años, Pilma, firma encargada de producir la figura para los Juegos, vuelve a reeditarla.
Además, esta reedición forma parte de la colección Olympic Heritage, que celebra 120 años de arte y diseño olímpico con productos inspirados en la historia de los Juegos.
La figura se ha realizado en aluminio fundido y pulido en dos tamaños: el pequeño de 14 cm (1 kg de peso) y el grande de 23 cm (3 kg de peso). El packaging ha sido diseñado por los alumnos del Máster de Packaging de la Escuela Elisava de Barcelona.
La reedición de Cobi está a la venta desde el pasado mes de diciembre.
