La firma murciana Sancal acaba de lanzar su último catálogo, YellowBook. Una publicación con la que quieren homenajear a todos aquellos profesionales del diseño con los que han colaborado a lo largo de su historia.
Un interesante elenco de diseñadores que mezcla desde figuras consagradas a nivel internacional hasta jóvenes estudios españoles que han recibido un importante impulso recientemente. Algunos de ellos son profesionales muy conocidos como Quim Larrea, Ximo Roca, Toyo Ito y el estudio A-cero. Otros literalmente han sido adoptados por el equipo de diseño de la casa, como Rafa García que ha sido el artífice de la mayoría de los sofás nuevos presentados últimamente por Sancal. Pero lo más arriesgado es que han hecho una fuerte apuesta por jóvenes diseñadores como los valencianos Odosdesign, Yonoh, Nadadora y José Manuel Ferrero.
A-cero, Antonio Saturnino, Daniel Abate, Doblegé, Dual Design, Ebualà, Elena Castaño-López, Enrique Martí, Estudihac-Jmferrero, Estudio Arquea, Florián Moreno, Karim Rashid, Gemma Bernal, Javier Peña, José Antonio Saura, José Miguel Andrés, Juan Ibáñez, La Cubitera, Luis Eslava Studio, Miguel Milá, Nachacht, Nadadora, Odosdesign, Quim Larrea, Rafa García, Ricard Ferrer, Santiago Castaño, Serra&Dela Rocha, Sigla, Toyo Ito, Ximo Roca, Yolanda Herraiz y estudio Yonoh. Una mezcla muy heterogénea de enfoques que sin embargo ha terminado por conformar un coherente catálogo en estilo bajo la dirección de Sancal.
Creada a principios de los setenta por Santiago Castaño Carpena, Sancal está dando un giro interesantísimo en los últimos años que le ha puesto en el punto de mira como una de las empresas españolas de mobiliario más interesantes del momento. El cambio se inició progresivamente a partir de 2007 con la incorporación del relevo generacional. Primero llegó Esther Castaño López, la hija mayor de Santiago, y más recientemente la hija menor, Elena. Quizá de aquí viene el toque femenino y cálido que están adquiriendo sus propuestas.
Además, Sancal acaba de abrir showroom en Madrid en el número 26 de la calle San Romualdo. Un interesante y desconcertante espacio en el séptimo piso de un viejo edificio-parking. Una firma, sin duda, a la que seguir la pista.
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